A lo largo de la vida cada uno construye sus mitos, reales o
de ficción.
Estos últimos suelen sobrevivir a quienes los crearon: “Long John
Silver”, “Frankestein”, “Spirit”, “Philip Marlowe”, “Don Quijote y Sancho”…y
forman parte del acervo cultural que se comparte con otras personas.
Los mitos reales o son de otra época o son coetáneos y ,como
los anteriores, son compartidos por almas mas o menos curiosas e inquietas y a
veces su proximidad física contribuye a su mitificación
.El pasado 16 de Julio, desde Zurich supimos que Johnny Winter, “el albino
de oro” ya no volveremos a verlo como aquellos afortunados que
sí lo hicieron- el pasado mayo- en: Bilbao, Barcelona, Madrid o Palma de Mallorca.
El mayor de los Winter, nacido en Leland, Mississippi en
1944 ha dejado la guitarra del blues y ahora anda de nuevo “on the road” en
otros caminos menos agotadores y mas generosos; posiblemente su trabajo
sea reconocido en algo mas que ser el “sexagésimo tercero” mejor guitarrista de la
historia.
Desde 1959, grabó su “School Blues” en Texas, Johnny
Winter quiso hacer “blues” y para ello bebió en las fuentes de los “bluesmen”
de color: Muddy Waters, John Lee Hooker, y bluesmen texanos a quienes homenajeó en persona en
alguna de sus actuaciones.
Algunos intérpretes de color, B.B. King, entre ellos, han
agradecido a los músicos blancos: Eric Clapton, Jeff Beck, Van Morrison, Winter…el
enorme esfuerzo para recuperar una música, su procedencia la condenaba en su
país de origen, y que ha conseguido ser reconocida como muy valiosa música popular
con raíces afroamericanas.
Las influencias del Blues en el Rock´n´Roll ocuparía todo un grueso libro.
Participante en todos los conciertos posibles a lo largo de
los 70: Newport, Texas, Atlanta, Woodstock…su adición a la heroína lo retiraría
durante mas de un año- entre 1971 y 1973- para su desintoxicación; si bien
volvió con nuevos ímpetus a grabar.
De sus discos: “Johnny Winter”, “Second Winter”, “First
Winter”, “The Johnny Winter Store”, “Johnny Winter and live”, “Shall alive and
well”, “Saints and sinners”, “Captured Live!”, “Nothin’ but the blues”…ninguno
superó el vigésimo segundo lugar- obtenido en 1978- entre los mas aceptados; la
oscuridad se cerró sobre él a partir de entonces.
Su regreso en 1984, junto con el revival del blues, lo
vuelve a colocar en los circuitos especializados, giras reducidas y conciertos
hasta hoy.
Su presencia en distintos festivales: “Crossroads” con
Clapton, Beck y otros nos ha permitido disfrutar de un magnífico bluesman, su
voz hiriente y agresiva y unos sonidos obtenidos a su guitarra de doce cuerdas
de profunda maestría nos han dejado hasta siempre.
Uno más de los mitos de la música: Janis Joplin, Jimi Hendrix,
John Lennon…que ya no comparten nuestra singladura.
Quedan para
el recuerdo sus versiones de: “Leland Mississippi Blues”, “Bony Moronie”, “Roll
with Me”, “Rock & Roll People”, “Higway 61 Revisited”, “Jumpin’ Jack Flash”…
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