lunes, 28 de noviembre de 2011

BCNegra 2008- Hernán Sabaté (Incursiones 2)



Era febrero del 2008 y yo estaba en una fila para acceder al Palacio de la Virreina, a la izquierda había una mesa sobre la que había varios ejemplares de libros de distintos títulos. Un cartel permitía traer un libro y cambiarlo, gratuitamente, por cualquiera de los de la mesa.
Me separé de mi acompañante y me aproximé a ver los títulos.
A mi regreso comenté que tenía dudas sobre si uno de los libros que se podían cambiar lo tenía o no. Se trataba de un ejemplar de James Ellroy.

Delante nuestra se volvió una señora, que estaba acompañada, y me preguntó:
  • Le gusta ese autor?
  • Me parece uno de los mejores autores actuales sobre novela negra, respondí.
En ese momento el señor que la acompañaba se volvió y dijo:
         Nosotros somos sus traductores al castellano.

Me quedé algo cortado.A continuación se presentaron como Hernán Sabaté y Montserrat Gurguí, a lo que yo hice lo propio y a mi acompañante.
A partir de ese momento y hasta que pudimos entrar a la sala, en que se iba a celebrar la Mesa Redonda sobre temas de la novela criminal, establecimos una conversación en que salieron a relucir cuestiones sobre: el estilo de citado autor, su ritmo, sus temas, sus facilidades y dificultades para ser traducido y en las cuales ambas personas, lógicamente, fueron quienes llevaron el peso de las diversas cuestiones y yo participé y aprendí.
De esa conversación quedó muy presente la personalidad, la empatía y lo importante que es tener un conocimiento profundo sobre quien es traducido por parte de los traductores; a ello hay que sumar mi expreso interés, a partir de entonces, por conocer quién traduce a quién.
También me quedó, a recordar, la enorme amabilidad, simpatía y amenidad de que ambas personas, tanto Hernán como Montserrat, hicieron gala ante unos desconocidos con quienes coincidían en una cola y, probablemente no volverían a ver, como así fue.

Todo esto, que puede parecer un poco prosaico y una anécdota sin importancia es un pequeño homenaje a Hernán, que hace unos días se “ha marchado” y deja a Montserrat la enorme faena de seguir, en solitario, dándole voz en castellano a una serie de autores y personajes, que ya era ardua para ellos dos.


Nota:
Además de a James Ellroy, ambos han traducido a : John Connolly, Joseph Wambaugh, Georges W. Higgins, Georger R. Martin, Nadine Gordimer, Anne Rice, Stephen King...

viernes, 25 de noviembre de 2011

CREPÚSCULO EN OSLO - Anne Holt (Reseñas 26)


De entre los autores de novela criminal procedentes del "boom nórdico" Anne Holt es una de las que se mantiene con una alta aceptación de público y lectores.
"Crepúsculo es Oslo" es una novela de asesinatos múltiples que se suceden en la capital noruega.
La autora repite sus personajes: Yngvar Stubo (oficial de la Kripos- policía criminal), su esposa Inger Johanne Vik ( ex-agente de FBI en dónde desarrolló funciones de “profiler” o estudiosa de perfiles de asesinos en serie). Ambos comparten dos hijas de ella, la mayor de las cuales tiene ciertas disfunciones psíquicas y la menor es recién nacida.
Con un inicio confuso y una especial sensibilidad familiar la autora construye una novela en que sus protagonistas son “políticamente correctos, incluyendo perro” y una parte importante de la historia nos muestra las investigaciones, trufadas, con distintas actividades que ambos desarrollan en el entorno familiar.
Pero la amplia descripción de todas ellas, en donde no faltan las cuestiones escatológicas, rompe la unidad del discurso influyendo, casi siempre, en enfriamiento de la trama, ruptura del ritmo y aburrimiento en determinados momentos.
Únicamente al final la autora toma las riendas de la historia,  la desarrolla con linealidad y rigor marcando un ritmo que se acentúa hacia el final.
Lástima que para “humanizar “ a sus personajes distinguiéndolos de los habituales: desarraigados, borrachos, solitarios, obsesivos y culpabilizados investigadores, que protagonizan el grueso actual del género, tenga que emplear tantas páginas con numerosos fundidos.
Si se tiene la paciencia de soportar las disgresiones citadas, la novela tiene un virtuoso final.