sábado, 28 de abril de 2012

UNOS POR OTROS - Philip Kerr (Reseñas 33)


En la tetralogía sobre “Berlín Noire” Philip Kerr nos ha ido desvelando los avatares que Bernard Günther- su protagonista- va viviendo desde “Violetas de Marzo”, “Pálido Criminal”, “Réquiem Alemán” a la presente “Unos por Otros” en su devenir como investigador a través del ascenso y caída del III Reich.
Es 1949 y Bernard está en Münich, sus estancias en Viena y Berlín han sido cualquier cosa menos gratificantes.
Ahora atiende el hotel, cerca de Dachau, que su mujer heredó de su padre. El negocio no tiene la más mínima perspectiva, Kirsteen, su esposa, está ingresada en un psiquiátrico y las esperanzas de  que salga restablecida o con vida se presentan  muy lejanas.
Bernard se vuelve a encontrar solo y se pone a trabajar de lo único que sabe hacer, de detective. A partir de ello empieza a recibir encargos que lo introducen en el mundo de la evacuación de nazis, un mar de corrupción que lo inunda todo.
Un conjunto de organizaciones criminales, que al amparo de la posguerra pululan en Alemania, convierten la vida de nuestro protagonista en un juguete que pende de unos hilos, cuyo origen aparece desconocido, con grandes posibilidades de ser cortados.
Chantajes, búsquedas de nazis, trampas, palizas, asesinatos ...y en el fondo de todo: la C.I.A., los “Ivanes”, la Haganah, los “cazanazis”, la Iglesia Católica y las “desapariciones”.
Kerr nos sumerge en una novela que, como a los buscadores de perlas, nos parece que no vamos a tener suficiente oxígeno para salir a la superficie y quedaremos atrapados en el fondo. Un estilo que engancha de tal manera que manejamos el libro con miedo a que se nos rompa en las manos. Una prosa dura, un personaje chandleriano; Günther nos recuerda, a Marlowe por su cinismo y el elevado precio que cuesta mantenerlo.
Una interesante novela trufada de realidad de tal modo que al terminarla nos obliga a preguntarnos: ¿hasta dónde la ficción?

jueves, 12 de abril de 2012

BCNegra 2008- Montserrat Gurguí (Incursiones 3)


No han transcurrido seis meses desde que dediqué una entrada al recuerdo de Hernán Sabaté y lamentablemente tengo que hacer una nueva incursión para despedir a Montserrat Gurguí.
Todo aquel que escribe busca no repetirse, sin ser consciente de que gira una y otra vez alrededor de sí mismo, y las caleidoscòpicas imágenes que proyecta sobre el papel escrito son herederas, una y otra vez, de aquello que un día concibió.
Por ello hoy la imagen de Hernán se mezcla, de nuevo, con la de Montserrat, ambos están traduciendo lo intraducible, que no será leído nunca porque existe antes de escribirlo, y está en el idioma que todos entenderemos algún día.
Con cariño, impensable para la poca relación que tuvimos, quiero dejar constancia de mi admiración, respeto y profundo agradecimiento por haberme puesto en comunicación con otras personas a través de su trabajo.
Muchas gracias.

miércoles, 11 de abril de 2012

DOMINGO DE RESURRECCIÓN (Relatos 26)


El partido era muy interesante y hacía un rato que había comenzado cuando llegó a casa tras haber mantenido en el garaje una conversación con Alfonso, su vecino del 3º izda,,sobre algunas cuestiones de la comunidad de vecinos en que mostraban ciertas discrepancias con la actual administración.
Le esperaban para cenar y su explicación de las razones de la tardanza no había resultado, en absoluto, convincente.
Empezaron a pelar los langostinos, llevaban toda la Semana Santa acudiendo a la mesa a las horas de rigor y sus huestes sufrían poca merma; había sido una oferta muy buena y probablemente hubiese cantidad, sin seguridad de calidad, hasta la feria que estaba en ciernes.
Los filetes empanados, preparados con todo esmero el sábado anterior al inicio de las fiestas, volvían a su visita acostumbrada como segundo plato y los niños los miraban ya con ojos despavoridos; pero era la cena prevista y eludirla significaba comerlos lunes y martes de pascua.
Las reservas habían sido cuantiosas y las visitas previstas, que habrían de haber dado cuenta de ellos a lo largo de los días pasados, habían declinado su asistencia; el tiempo no se había prestado a demasiadas reuniones en casa.

Alfredo deseaba terminar su cena y sentarse frente al televisor a ver el fútbol; pero los niños habían sido más rápidos y veían ya una de esas películas de “ogros simpáticos” que aparecían de continuo en la pantalla, en cuyo caso optó por ayudar a Carlota a recoger la mesa y cargar el lavavajillas.
No bien salió de la cocina, con intención de sentarse y convencer a los chicos para “zapear” de vez en cuando, un chillido de Carlota lo catapultó hacia la cocina para verla señalar una cucaracha, que ufana se paseaba sobre la encimera, mientras ella miraba con espanto desde un rincón de la estancia, al asqueroso bicho.

Alfredo hubo de utilizar las dotes adquiridas de las películas de safaris, vistas en su juventud, para tras diversos golpes de paño de cocina en las proximidades conseguir lanzar al insecto al suelo para, instantáneamente, perderlo de vista bajo uno de los muebles de cocina.
Tras rociar, abundantemente, los alrededores del mueble con insecticida y oír admoniciones del tipo: “desde luego, hay que ser inútil, mira que escapársete...”, él sólo articuló: “no pretenderías que la aplastase sobre la encimera, ¿verdad?”, recogiendo una mirada de asco tan profunda que zanjó la conversación.

Por fin en el sofá, los chicos estaban ahora jugando con sus móviles, Alfredo seleccionó el canal en que ofrecían el partido para descubrir que este había terminado y no informaban sobre el resultado.
Se quedó pensativo y le vino a la mente un chiste que esa tarde le habían contado y que como a buen madridista maldita la gracia que le había hecho:

“Están Sergio Ramos y Pepe en una discoteca y entran dos chicas muy atractivas, a lo que Ramos propone a Pepe:
  • Pepe, vamos a “entrarles”.
Antes de que Ramos se hubiese podido acercar, Pepe ya le había roto las piernas a una de ellas”.
  Alfredo soltó una larga y estrepitosa carcajada ante la perplejidad de su mujer e hijos.

miércoles, 4 de abril de 2012

ANATOMÍA DEL CRIMEN - Mariano Sánchez Soler (Reseñas 31)


No son muchos los estudios de novela criminal, como igualmente sobre cine negro- en castellano- con que se puede contar para consulta y estudio.
Entre los primeros: el clásico de Julian Symons, el trabajo de Roman Gubern, el útil diccionario de Javier Coma, el poco conocido de Juan del Rosal, el estudio sobre el policial español de J.F. Colmeiro, los clásicos de Salvador Vázquez de Parga , la recopilación de ensayos de la Universidad de Granada ... pero todos ellos están descatalogados e inencontrables en librerías de ocasión; recientemente la traducción del estudio de P.D.James, el compendio de novela negra de Héctor Malverde y las excelentes ediciones de las Actas de los Congresos de Salamanca de Alex Martín Escribá y Javier Sánchez Zapatero aportan datos actualizados u otra perspectiva sobre el género. En lo que se refiere al cine encontramos, sin ser exhaustivo,: el estudio de José María Latorre y Javier Coma, los de Antonio Santamarina, el de Antonio José Navarro sobre el “giallo”, el de Alain Silver & James Ursini...
Este libro de Mariano Sánchez, un autor que nos tiene acostumbrado a pulsar distintas cuestiones desde su comprometida perspectiva- novela y relatos negros,ensayos históricos sobre la transición, etc- constituye un complemento indispensable y actualizado.
Un trabajo que nos sumerge en los clásicos de la novela negra: Hammett, Chandler, Thompson, Himes, Westlake, Fuller y McBain dejando en un segundo plano a otros que aun con un currículum excepcional o “hacedores de best-sellers” en otros casos no adquieren esa categoría que Sánchez Soler adjudica a los primeros y cuyas prioridades comparto.
El cine negro es revisado con una lupa especialista que nos hace verlo en su auténtica dimensión, siendo de gran interés la disección y valoración sobre el cine negro español.
El autor dedica un interesante capítulo al apartado criminal, aun más lleno de ambigüedades si ello es posible, de la novela de espías.
Pero Mariano no podía cerrar su libro sin traernos a nuestros autores próximos; desfilan por ese apartado: García Pavón, Andreu Martin, González Ledesma, Juan Madrid, Vázquez Montalbán y todos esos autores, entre ellos él mismo, que han hecho o están haciendo una labor fundamental para que el género negro español brille y sea tomado como referencia en otros países.
Un jugoso libro, se lee de un tirón y en él se descubre cómo empezó todo y hacia dónde va el género.
Enormemente documentado, ameno e imprescindible.