lunes, 19 de diciembre de 2011

GALLINA EN PEPITORIA (Recetas 8)


Recuerdo a mi madre afanándose en la cocina para preparar la cena de Nochebuena.  La mayor parte de las veces era pollo, otras gallina y en contadas ocasiones un pavo era la víctima; la manera de hacerlo solía consistir, bajo mi atenta mirada, en esta:

Es un plato algo más complicado pero “con mucho amor” será el plato estrella de la Nochebuena.
Debemos tener la materia prima, una gallina o poularda de tamaño mediano (que ronde el kilo y medio), dos puñados de frutos secos crudos (almendras y piñones), unos 200 ml de aceite de oliva virgen, una cebolla no muy grande, ajos (uno grande o dos pequeños), 200 ml de vino blanco, dos hojas de laurel, azafrán (de verdad, en hebras), una rama de perejil ( o cucharada), dos huevos duros, agua, harina y sal.
Una vez lavados los trozos de la gallina (no deben ser muy grandes) los enharinamos y los echamos en una sartén en la cual hemos llevado el aceite a alta temperatura. Freímos la carne hasta que adquiera un color dorado y la apartamos.
En el mismo aceite echamos la cebolla bien picada, los ajos, enteros, y el laurel y cuando la cebolla toma el color transparente, a la vez que los ajos se doran, ponemos las almendras y los piñones, dándole unas vueltas y retirándolo con la rasera.
Todo lo anterior lo depositamos en un almirez con el azafrán, el perejil y la sal y procedemos a machacarlo (no demasiado).
En una cazuela ponemos la carne, echamos sobre ella el aceite de la sartén, le ponemos el vino blanco, el contenido del almirez (que podemos enjuagar con vino) y el agua.
A continuación dejamos hervir a fuego lento (según la carne sea más o menos dura, puede ser alrededor de una hora, más o menos) y cuando ha transcurrido ese tiempo trituramos, con un tenedor, en un plato las yemas de huevo y trabamos en la salsa existente en la cazuela, removiendo hasta que tome un color dorado uniforme.
El plato está terminado, corregimos de sal si es necesario, troceamos ( muy menudas) las claras de los huevos y las espolvoreamos por encima, sin retirar del fuego, dejándolo unos minutos.
Servimos a continuación.

Recomiendo un vino tinto de calidad para disfrutarlo.

FELICES FIESTAS

lunes, 28 de noviembre de 2011

BCNegra 2008- Hernán Sabaté (Incursiones 2)



Era febrero del 2008 y yo estaba en una fila para acceder al Palacio de la Virreina, a la izquierda había una mesa sobre la que había varios ejemplares de libros de distintos títulos. Un cartel permitía traer un libro y cambiarlo, gratuitamente, por cualquiera de los de la mesa.
Me separé de mi acompañante y me aproximé a ver los títulos.
A mi regreso comenté que tenía dudas sobre si uno de los libros que se podían cambiar lo tenía o no. Se trataba de un ejemplar de James Ellroy.

Delante nuestra se volvió una señora, que estaba acompañada, y me preguntó:
  • Le gusta ese autor?
  • Me parece uno de los mejores autores actuales sobre novela negra, respondí.
En ese momento el señor que la acompañaba se volvió y dijo:
         Nosotros somos sus traductores al castellano.

Me quedé algo cortado.A continuación se presentaron como Hernán Sabaté y Montserrat Gurguí, a lo que yo hice lo propio y a mi acompañante.
A partir de ese momento y hasta que pudimos entrar a la sala, en que se iba a celebrar la Mesa Redonda sobre temas de la novela criminal, establecimos una conversación en que salieron a relucir cuestiones sobre: el estilo de citado autor, su ritmo, sus temas, sus facilidades y dificultades para ser traducido y en las cuales ambas personas, lógicamente, fueron quienes llevaron el peso de las diversas cuestiones y yo participé y aprendí.
De esa conversación quedó muy presente la personalidad, la empatía y lo importante que es tener un conocimiento profundo sobre quien es traducido por parte de los traductores; a ello hay que sumar mi expreso interés, a partir de entonces, por conocer quién traduce a quién.
También me quedó, a recordar, la enorme amabilidad, simpatía y amenidad de que ambas personas, tanto Hernán como Montserrat, hicieron gala ante unos desconocidos con quienes coincidían en una cola y, probablemente no volverían a ver, como así fue.

Todo esto, que puede parecer un poco prosaico y una anécdota sin importancia es un pequeño homenaje a Hernán, que hace unos días se “ha marchado” y deja a Montserrat la enorme faena de seguir, en solitario, dándole voz en castellano a una serie de autores y personajes, que ya era ardua para ellos dos.


Nota:
Además de a James Ellroy, ambos han traducido a : John Connolly, Joseph Wambaugh, Georges W. Higgins, Georger R. Martin, Nadine Gordimer, Anne Rice, Stephen King...

viernes, 25 de noviembre de 2011

CREPÚSCULO EN OSLO - Anne Holt (Reseñas 26)


De entre los autores de novela criminal procedentes del "boom nórdico" Anne Holt es una de las que se mantiene con una alta aceptación de público y lectores.
"Crepúsculo es Oslo" es una novela de asesinatos múltiples que se suceden en la capital noruega.
La autora repite sus personajes: Yngvar Stubo (oficial de la Kripos- policía criminal), su esposa Inger Johanne Vik ( ex-agente de FBI en dónde desarrolló funciones de “profiler” o estudiosa de perfiles de asesinos en serie). Ambos comparten dos hijas de ella, la mayor de las cuales tiene ciertas disfunciones psíquicas y la menor es recién nacida.
Con un inicio confuso y una especial sensibilidad familiar la autora construye una novela en que sus protagonistas son “políticamente correctos, incluyendo perro” y una parte importante de la historia nos muestra las investigaciones, trufadas, con distintas actividades que ambos desarrollan en el entorno familiar.
Pero la amplia descripción de todas ellas, en donde no faltan las cuestiones escatológicas, rompe la unidad del discurso influyendo, casi siempre, en enfriamiento de la trama, ruptura del ritmo y aburrimiento en determinados momentos.
Únicamente al final la autora toma las riendas de la historia,  la desarrolla con linealidad y rigor marcando un ritmo que se acentúa hacia el final.
Lástima que para “humanizar “ a sus personajes distinguiéndolos de los habituales: desarraigados, borrachos, solitarios, obsesivos y culpabilizados investigadores, que protagonizan el grueso actual del género, tenga que emplear tantas páginas con numerosos fundidos.
Si se tiene la paciencia de soportar las disgresiones citadas, la novela tiene un virtuoso final.

martes, 25 de octubre de 2011

NADA - Janne Teller (Reseñas 25 )


Cuando Pierre Anthon descubre que la vida no importa y que toda ella es un sinsentido, se sube a un ciruelo y desde sus ramas lanza “ciruelazos” físicos y psíquicos sobre sus compañeros de séptimo A del colegio de Taering, un pueblecito de Dinamarca.
Janne Teller escribe para adolescentes un cuento nihilista y sus lectores han de preguntarse si realmente son los adolescentes sus destinatarios.
Magistralmente narrada por Agnes, uno de los personajes, vamos conociendo como Pierre Anthon va obsesionando a todos y cada uno de sus compañeros y lo que se inició con el aspecto de una “boutade” se convierte en una carrera mental y, lo que es peor, incontrolada hacia la tragedia.
La necesidad de buscar un significado en la vida de cada uno de los chicos, intentando demostrar a Anthon que sí tiene sentido, transcurre, en un crescendo, de un pequeño sacrificio de objetos más o menos valorados a la imposición por la violencia de la ofrenda de  “significados” .
La crueldad se va abriendo paso entre un grupo de niños de catorce años hasta límites que no por insospechados dejan de ser plausibles.
Aquel que descubre las vergüenzas y abre los ojos a la realidad es arrollado por los vientos de una Caja de Pandora, abierta sin posibilidad de cierre.
Con un lenguaje pulcro, la autora mantiene el ritmo y sus personajes son descritos con pinceladas; todos  deambulan en un mundo de adultos, estos últimos ausentes y sólo mostrados como un fondo nebuloso que simboliza un castigo sin aportar valores que a los chicos les supongan algo.
Un cuento que yo recomendaría leer sin limitaciones de edad.

lunes, 19 de septiembre de 2011

AULLIDOS - Marc Behm (Reseñas 24)



Al lector de género negro el nombre de Marc Behm, le produce un reflejo condicionado que le hace responder: “La Mirada del Observador” , ello es porque la citada novela ha pasado a la historia igual que: “1280 Almas”, “La Llave de Cristal”, “El Largo Adiós”, “El Blanco Móvil”, “El Juego de Ripley” y otras varias, no demasiadas, que han constituido y siguen siendo ese “Canon” que (como dice Bloom ) “son obras que los autores imitan para mejorarlas y desplazarlas de ese Olimpo de la Literatura".

Por ello cuando uno lee “Aullidos” de Marc Behm, un libro constituido por trece relatos, alguno de una sola página, uno entra en algo distinto.

Según Paco Ignacio Taibo II , compilador, prologuista y editor - el libro está editado por Semana Negra en 2008 – estos relatos se hicieron para el libro “Ladrar a la Luna” y se publicaron en Francia en 2003, fueron varias las razones que impidieron la presencia de Behm en Gijón en los siguientes años y el autor falleció en 2008; como homenaje salió a la luz el libro comentado.

Behm juega con el lector, le presenta una historia concisa, pero sin olvidar nada necesario y aquel se aferra al hilo que termina con el anzuelo clavado en su garganta. Para intentar huir continúa con el siguiente relato y todos juntos forman una red que no deja resquicio por donde escapar al hipnotismo del lenguaje, de las historias y de los personajes, unos imprevisibles, otros brutales y otros dolorosamente humanos.

Pero desde el primero hasta el último Behm ama a sus criaturas, que aullan a la luna y corren tras el poder, el sexo o el dinero y el autor las ve y describe, en unos casos con ironía, el sarcasmo no falta en otras y una crítica acerva a la sociedad en todas.

Desde el asesino en serie al fanático religioso pasando por el espectro de un policía asesinado hasta el nuevo Dr. Fausto, Behm nos muestra a través del microscopio de sus relatos de qué está formado el tejido social.
Otro motivo para no olvidar a Marc Behm

miércoles, 14 de septiembre de 2011

CRIMINALES EN SERIE (Ensayo 11)



Si nos aproximamos a la actual literatura negro-criminal anglosajona o influenciada más directamente por ella se detecta un desarrollo, quizá excesivo, de novelas cuya trama se circunscribe a asesinos o criminales en serie.
¿Qué característica común encontramos? Todo el mundo está expuesto a ser asesinado; el criminal es un psicópata y la lógica que rige sus delitos, horripilantes todos, es desconocida siendo labor de la investigación identificar la razón de los mismos.

Llegado hasta aquí se me ocurren las cuestiones:
¿Se está tratando de convencer a la sociedad de que toda ella está expuesta al crimen indiscriminado?.
¿Hasta dónde son conscientes los autores de la deriva de su novelística?

Creo que ahí está una de las claves a considerar en el género de procedencia o influencia antes citadas. Establecer como normal una sociedad aterrorizada en que la desconfianza sea el eje de una relación puede considerarse como un trasunto, bajo metáfora en la novela de género, del fenómeno terrorista.
Se produce un giro de ciento ochenta grados en el enfoque de la novela criminal o negra clásica; el poderoso deja de estar en el punto de mira del autor, cuestión que Hammett, Chandler, o MacDonald, etc. tenían bastante detectada y analizada en su sociedad, con conflictos no muy distintos de los actuales, y su novelística denunciaba la vigencia de la injusticia.

Con este nuevo enfoque es toda la sociedad, independientemente de su comportamiento ético o moral, la que está en el punto de mira de una mente criminal que actua de una manera errática e indiscriminada.
Cultivar una sociedad aterrorizada, que por una cantidad desconocida de seguridad es capaz de sacrificar grandes dosis de libertad, permite que florezca con fuerza el fantasma del autoritarismo, “por el bien de todos”.

Otra novelística- dentro del género- latinoamericana, europea continental, asiática e incluso africana va por derroteros (bandas, sicarios, xenofobia, explotación, racismo...) que no por recorridos con anterioridad dejan de ser actuales, en dónde la codicia y el poder, en todas sus manifestaciones, sigue formando parte de las sociedades más o menos desarrolladas.

Como vemos ambas pertenecen al género de la literatura criminal pero con diferencias considerables.

lunes, 12 de septiembre de 2011

PIPIRRANA de JAÉN – Manuel Palomino (Recetas 7)

 
Como todo jaenero que se precie yo también tengo mi receta de Pipirrana y advierto que no pretende ser la mejor ni la más auténtica y que variantes, preferencias y secretitos cada uno tiene los suyos.
Ingredientes: 6 tomates, 1 pimiento verde, 1 huevo duro, 1 lata de atún en aceite de oliva (opcional), 2 ajos, sal, vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra.

Elaboración:
Cocer el huevo 15 minutos a partir de que el agua comience a hervir. Retirar del fuego y refrescar con agua fría.
Lavar los tomates y el pimiento, secarlos y quitar el rabo y las pepitas al pimiento.
Quitar muy bien la piel a los tomates y cortarlos en trozos muy pequeñitos y el pimiento en aros muy finitos poniendo todos los ingredientes ya troceados en un bol. Se abre la lata de atún y se pone a escurrir el aceite que se desechará.
Una vez que el huevo está frío, abrimos y separamos la yema de la clara.
En el mortero echamos los ajos bien picaditos, la sal y la yema del huevo. Machacamos enérgicamente hasta dejar fina y ligada la masa resultante y reservamos.
Aliñamos el contenido del bol con el vinagre de Jerez y el aceite de oliva y una pizca de sal al gusto.
Vertemos en el bol el contenido del mortero enjuagando con un  poquito vinagre para que escurra y se aproveche todo el majado. Se pica en trozos al gusto la clara de huevo duro y se añade en el bol. Es el momento de añadir troceando el atún escurrido de la lata.
Se remueve todo mezclando bien, se prueba y rectifica de aliño. Guardamos en la nevera mínimo un par de horas para que esté fría antes de servir.

Consejos:
- Como siempre la calidad de los ingredientes es fundamental: tomates y pimiento que sepan a eso, a tomate y a pimiento (¡ay! aquéllos pimientos…), ajos frescos de calidad, aceite de oliva virgen extra, vinagre de Jerez, mejor si es de solera, si se tiene huevo de corral pues mejor que si es de granja y por último el atún que sea en aceite de oliva y de calidad.
- No hace tanto tiempo, en Jaén se solía hacer y por supuesto servir, en una hortera (recipiente o cuenco de madera) del tamaño adecuado y entonces tenía como mejor sabor (podría ser porque la madera aislaba y guardaba más el fresquito de la pipirrana) pero a falta de eso es muy acertado usar una fuente honda “de Graná” de loza gruesa de las de toda la vida, que también conserva la temperatura.
- Doy fe de que como mejor se come la pipirrana es al estilo hortelano o cortijero: la fuente en el centro de la mesa y cada uno con su navaja y su trozo de pan, corta una rebanada en forma de media luna, la ensarta de manera que la sopa haga las veces de cuchara y ya se sabe “cuchará y paso atrás”.
- Si se prefiere servirla en platos hondos, el procedimiento se simplifica usando tenedor y sopas para comerla, pero si por desgracia estamos mirando un poco eso de las calorías pues se sustituye directamente por la cuchara y sólo se hace algún “barquito”  de cuando en cuando (mmm…¡qué ricos!).
- El punto del aliño es imposible definirlo. El gusto personal para la sal, el aceite, el vinagre y sobre todo el ajo harán que se adapten las dosis pero hay que ser generoso con los aromas y sabores y debe llevar lo suficiente porque de lo contrario no resulta una pipirrana sino que sería sencillamente una ensalada.
- Tengo entendido que hay quien le pone a la pipirrana cebolletas, o cebolla pero yo la prefiero sin ellas desde luego. Bastantes veces la hacemos sin atún, para que resulte más ligera. Se puede usar también bonito en escabeche en vez de atún en aceite, aunque  yo prefiero esto último.
- Por último, mi amiga Meli, que prepara pipirrana con frecuencia y como ella dice “para un regimiento”, en vez de pelar y trocear tanto tomate (labor entretenida si se hace bien), coge el rallador directamente y ralla los tomates lo que cunde mucho y adelanta bastante en la elaboración.

A comer y…¡buen provecho!








martes, 6 de septiembre de 2011

COLECCIONES DE QUIOSCO (Ensayo 10)



Uno nota que empieza septiembre porque, si acostumbra a comprar el diario, el quiosco habitual se encuentra repleto de ofertas, con sus cartones promocionales que intentan vendernos desde cursos de ganchillo a miniaturas de maquinaria de obra civil. Lo hay para todos los gustos.

Quiero llamar la atención, para los aficionados al género, que RBA Coleccionables está repitiendo “Clásicos de la Novela Policíaca”, colección que ya el año pasado estuvo a la venta.

Su primera entrega, a la venta la semana pasada, la formaban: “Asesinato en el Orient Express” de Agatha Christie y “El Cartero siempre llama dos veces” de James M. Cain, ambos autores de reconocido prestigio, a un precio casi simbólico, de 2,99 € llo que hace que sea muy recomendable su adquisición. La segunda entrega: “Mystic River” de Dennis Lehane y “La Muerte de Amalia Sacerdote” de Andrea Camilleri dos novelas de alta calidad ,que se pueden comprar por 4,95 € el conjunto, adelantan lo que seguirá siendo la colección, excelentes libros policiales escritos por autores, que en general están a un alto nivel en la novela internacional.

Títulos como: “Petirrojo” de Jo Nesbo; “El Ciego de Sevilla” de Robert Wilson; “Black & Blue” de Ian Rankin; “No se lo digas a nadie” de Harlan Coben”;“Lunes de Ceniza” de Kathy Reichs y muchos más hacen de esta serie de obras una colección a seguir; máxima teniendo en cuenta que su precio, a partir de la tercera entrega, será de 4,95 € unidad, un precio muy por debajo del habitual en otras colecciones que se pueden hallar en librerías, e incluso de los mismos títulos en otro formato.

Una presentación ,cuidada, en rústica con cubiertas atractivas y una letra más que legible hacen que yo esté pendiente de las siguientes entregas para hacerme con los títulos que no pude conseguir el año pasado.

jueves, 1 de septiembre de 2011

VUELVE “VAL” DE HAL FOSTER (Cómics 3)



Con una gran difusión en todos los medios la editorial Planeta DeAgostini ha lanzado a los quioscos la edición completa de “Las Aventuras del Principe Valiente en los días del Rey Arturo”; como homenaje a los 75 años de su nacimiento partirá de la primera plancha publicada (13-02-1937) hasta la última prevista este año (25-12-2011).

¿Qué particularidad ofrece esta edición con respecto a anteriores?.
Asegura el color original, restaurado, de las publicaciones; incluirá “El Castillo Medieval” una serie de dibujos comentados y documentados sobre la vida cotidiana en las fortalezas con los distintos elementos, mobiliario y usos y situará las historietas cronológicamente por orden de publicación siendo por tanto 75 tomos los que constituirán la colección.
En nuestro país Principe Valiente ha tenido varios intentos de publicación, unas con mayor calidad que otras...siendo de resaltar las editadas en los años 80 por las editoriales “Buru- Lan” y “B. O.”

Por tanto podremos disfrutar de los dibujos y guión de Harold Foster entre 1917 y 1971, los dibujos de John Cullen Murphy, con guión de Foster hasta 1979...y los sucesivos dibujantes y guionistas que hasta hoy siguen dando a los dominicales de la prensa las aventuras que discurren en una época indefinida entre los siglos VI y el Medioevo.
Los dibujos de “Principe Valiente” son de un acabado preciosista que dan la impresión de que sus personajes estén “posando”; siendo sus guiones muy cuidados llamando la atención por el protagonismo, desconocido en aquella época, de Aleta, la que un día será la esposa de “Val”.La serie también se caracteriza por reflejar el discurrir del tiempo más en los personajes que en las aventuras; pues si conocemos al protagonista en su iniciación como caballero y vemos la transformación familiar: boda, hijos, infancia y adolescencia de estos, etc. las aventuras guardan mayor similitud entre sí lo que hace, a lo largo del tiempo, que su frescura quede condicionada.
Principe Valiente ha sido un modelo de cómic de aventuras situado en la Edad Media que ha servido de referente para otros personajes de la historieta mundial.
Para los especialistas y coleccionistas, seguro que esta nueva edición constituye una joya a conservar.

sábado, 27 de agosto de 2011

SÉ QUE MI PADRE DECÍA - Willy Uribe (Reseñas 23)

Willy Uribe sabe contar historias;  historias de los años del plomo, del lumpen y la alta burguesía, de la Reconversión Industrial y de chapuzas.
Y Willy Uribe busca para sus historias unos personajes duros, sin sensibilidad, con las ideas muy claras y sin escrúpulos. Y a partir de ellos construye una novela en donde el meollo va, viene, vuelve y se retuerce sobre sí mismo como el piso del padre de Ismael “ con un pasillo que gira sobre sí 180º” y nos deja, al final de la casa, en la calle y con la puerta detrás.
Y queda aquello de “un espermatozoide, una ameba y… la revienta”. Al fin y al cabo, es lo que su padre decía.


miércoles, 24 de agosto de 2011

ALGO SOBRE ROCK´N´ROLL (Ensayo 9 )

 El Rock ´n´Roll, nacido oficialmente con el tema “Rock Around the Clock” e interpretado por Bill Haley and his Comets en 1955 nos fue mostrado en “Semilla de Maldad” (1957) de Richard Brooks. Como un Saturno que devora a sus hijos acaba de llevarse a uno de sus padres, aunque parezca paradójico.

Casi todo el mundo sabe que una canción firmada por Lennon/ McCartney es un tema de The Beatles y otra que lo sea por Jagger / Richards lo es de The Rolling Stones; pero una firmada por Leiber/Stoller suele decir poco.
La historia de la música popular, desde mediados del siglo XX hasta hoy, tiene una asignatura pendiente y esta es hacerse desde el conocimiento de los compositores, siendo múltiples las producciones y ediciones de Historias de la Música Rock que dándonos a conocer exhaustivamente sus intérpretes prescinde de sus creadores.

Nadie, salvo los muy especializados, busca una composición de música clásica por sus intérpretes y sí por sus creadores: Beethoven, Mozart, Brahms, Stravinsky, Haendel y así hasta miles de compositores ; pero nadie pide en una casa de discos; Pomus, Bartholomew, Leiber...etc

Ayer a los 78 años fallecía en Los Angeles Jerry Leiber (letrista) que junto a Mike Stoller ( compositor) dieron al Rock´n´Roll lo mejor de sí mismos y lo más genuino que “la música del diablo” dio a varias generaciones.

Decir Leiber/Stoller es decir : “Hound Dog”, “Jailhouse Rock”, “King Creole”, “Kansas City”, “Charlie Brown”, “Poison Ivy”, “Stand by Me”, “On Broadway”, “Spanish Harlem” … interpretados por Elvis Presley, The Coasters, Fats Domino, The Drifters, Ben E. King, Triny López, Big Mama Thornton, The Beatles, The Rolling Stones, etc. y es constatar que al menos dos generaciones han oido, bailado o se han “arrullado” con sus temas, repetidos hasta la saciedad, por miles de cantantes y grupos que desde entonces ha habido.

Contar la evolución de la pareja compositora, desde 1949 hasta finales de los 70, del que se pueden encontrar datos y referencias en múltiples lugares no es objeto de este pequeño homenaje sino pedir a los especialistas esa esperada “Historia ,distinta, de la Música Rock y desear:

LARGA VIDA AL ROCK´N´ROLL

miércoles, 17 de agosto de 2011

LA SOCIALIZACIÓN DE PEPE (Relatos 22)

Pepe ya “tenía uso de razón” y se sentía mayor, de modo que oyendo a unos y otros sobre las “ventajas de socializarse” - entonces no se decía así- decidió probar su facilidad de inserción en grupos.
De modo que se dirigió a la casona de la calle del Obispo en dónde, cuando pasaba con su madre, se oían tantos gritos y ruidos. Era un edificio de piedra con un patio porticado en medio del cual se encontraban dos mesas de pimpón en las que cuatro chicos competían; a su alrededor , en varios bancos había una mescolanza de chicos, de entre ocho a catorce años, esperando turno para jugar en medio del griterío.
Pepe se sentó, después de ver que no conocía a nadie y se puso a esperar su turno; él no había jugado nunca al pimpón, pero pensaba era fácil de aprender.
No habían transcurrido diez minutos...unas voces diciendo: “A reunión...a reunión” atronaron el patio, lo que produjo una desbandada hacia el piso superior de jugadores y de quienes aguardaban, entre ellos Pepe quien absorbido por la avalancha se encontró en la reunión..
Allí, en una sala y sobre un estrado, un muchacho de unos dieciséis años, con pantalón gris oscuro, camisa azul mahón, correaje ostentoso y boina roja sobre la hombrera se definió como jefe de centuria y comenzó a hablar un galimatías en dónde las palabras: patria, consigna, deber se oían entremezcladas con sinsentidos o cuestiones que Pepe no sabía discernir.
Eso sí, a Pepe le quedó muy claro que para entrar a un despacho había que entreabrir la puerta y con voz alta, firme y clara había que decir:
  • ¿ Me das tu permiso , camarada?
y ante la supuesta autorización había que abrir totalmente la puerta y con el brazo derecho alzado y extendido con la palma hacía abajo decir.
  • ¡Arriba España!

A Pepe aquel lenguaje bronco, chulesco, cargado de testosterona barata y con mucha jerigonza: taconazos, giros, golpes de asiento al levantarse y sentarse, muchos “sí, camarada”, “no, camarada”...etc no le convencía demasiado y ese mismo día decidió no volver porque “eso no era lo suyo”.

Más adelante, un amigo le habló de que “también se podía jugar al pimpón, al ajedrez y a las damas en un edificio junto al Arco de San Lorenzo” y allí dirigió sus pasos en busca de “socialización”.

Si bien este edificio era también de piedra sus dependencias eran como más informales, no había salas con filas de asientos de madera abatibles y se percibía poco adoctrinamiento, se veía poca gente y resultaba más fácil llegar al turno de jugar al pimpón; consecuencia de ello fue que Pepe descubrió su desconocimiento y dificultades para jugarlo lo que le hizo eliminar dicha actividad como útil para su “socialización” ya que no sabía ni coger la paleta.
A aquel sitio Pepe fue varias veces, aprendió a jugar, con cierta habilidad a las damas, hizo algunos conocidos-amigos y permaneció un cierto tiempo.
El detonante de la huida de Pepe lo produjeron las fichas: Consistían en unas hojas de pequeño formato en que aparecían, perfectamente detalladas, todas las actividades que un católico de pro podía realizar; estando cada una de ellas acompañada por una casilla a su derecha para completar con un número o una aspa.
Así desde: confesiones, comuniones, primeros viernes de mes, rosarios, visitas al santísimo, sabatinas, vía-crucis, adoraciones nocturnas, ayunos, abstinencias...no había actividad relacionada con la piedad, el decoro, el apostolado o la religiosidad que en el dichoso papelito no apareciese con su casilla correspondiente.
La ficha requería ser rellenada con las acciones realizadas por el interesado, identificado como autor, y entregada periódicamente al tutor del grupo uno de los amables jóvenes que compartían con ellos juegos y actividadesy sobresalía como líder; cierto es que el control de la entrega periódica de la ficha se realizaba de una manera laxa pero de vez en cuando se recordaba.
A Pepe eso le empezó a traer problemas de organización, identificación e intimidad; él era un chico que asistía a un colegio nacional y sus actividades religiosas se limitaban a la asistencia a la misa dominical y nada más. Pepe empezó a entrar en conflicto con la hoja, las actividades a realizar según la misma arrojaban un saldo paupérrimo, y le parecía que no cumplía el standard de los chicos que compartían con él actividades entre las que se contó una divertida excursión al campo; de manera que un día dejó de asomar por el caserón y cerró ese capítulo de su historia.
Quedóle, a Pepe, un buen recuerdo de la gente de allí, los tutores eran amables, utilizaban un lenguaje educado y sereno y Pepe dejó aquello con una sensación de “haberle fallado a alguien”.

Pero no hay remordimiento que dure demasiado en un muchacho de nueve años y Pepe inició lo que sería el tercer intento de “socialización”, en este caso no programado

Por las tardes, a partir de las seis,se reunían en la sacristía de su parroquia algunos chicos, vecinos mas o menos próximos o conocidos y enterado de ello Pepe se presentó allí, eso se llamaba ir a la catequesis...pero aquello tenía aspecto de tertulia de chavales.
Los que llevaban más tiempo andaban atentos a la hora, que marcaba un gran reloj de pie que había a la izquierda de la cómoda,y se embutían en unas sotanas de monaguillos y de esa guisa ayudaban al cura a decir la misa acostumbrada. Otros estaban preparados para subir al campanario y llamar, a golpe de campana para la realización de cualquier acto litúrgico; a estos últimos Pepe y su amigo Eufrasio los miraban con embeleso al verlos subir y luego oír los distintos “toques” que marcaban el ritual que en la iglesia se iba a desarrollar en un período de tiempo próximo.
Cuando no había misa, campanas, entierro o parecido el cura más joven se sentaba con todos y les explicaba alguno de los arcanos del oficio sin beneficio, de monaguillo. También surgían algunas preguntas sobre los sacros misterios cuya respuesta era archivada en la memoria de Pepe.
Una tarde, en que la sacristía era un nido de frescura, y estaban pocos llegó D. Francisco, el coadjutor, y dijo que había que tocar a misa de siete. Eufrasio y Pepe vieron que era la ocasión que tanto habían esperado y corriendo se dirigieron, auto investidos de campaneros, escaleras arriba por la torre hacia lo alto del campanario.
Y allí estaban: dos hermosas campanas de bronce, con unos badajos descomunales y unas enormes sogas para hacerlos sonar y a esta labor se pusieron Pepe y Eufrasio con energía.
Resulta que ninguno de los dos tenía demasiada idea del manejo de ese determinado instrumento de cuerda y que el “arcano campanil” no había sido explicado en su presencia, por lo que llevarían diez toques o así cuando fueron llamados por el hueco de la escalera para que dejasen su labor y cuando bajaban fueron “obsequiados con sendos coscorrones” por los campaneros oficiales que iban en sentido inverso.
La razón: como profanos en la mística, el arte y la métrica del campaneo, en lugar de llamar a los feligreses a misa estaban “doblando a muerto”.

Días después, en casa, Pepe hizo un inventario de sus magras posesiones, se aseguró una fuente de lecturas varias, tomó sus bolsitas de chapas y canicas puso bajo su brazo unos tebeos para cambiar en el “puesto” y tomando escaleras abajo se dirigió a “socializarse” por su cuenta.

sábado, 13 de agosto de 2011

PATRULLA DE RESCATE - Pedro Avilés (Relatos 21)



Eva consiguió  pulsar el botón de alarma del móvil a duras penas.
Mírame —dijo él.
Silencio.
Que me mires, joder.
Silencio.
¡Mírame, coño!
Silencio.
El camión de la basura, a las dos, puntual, carraspeó cansino en la madrugada triste del barrio popular. La luz de la farola de enfrente,  intermitente, titilante, aliada del frio, penetrando los vidrios rotos de la ventana de la cocina, iluminaba el sombrío rostro del hombre.
Estarían al llegar.
 — No me hagas esto.
Silencio.
¡¡Que me mires, hostia!!
Qué miedo.
Eva obedeció. Levantó la mirada desde el suelo hasta la cara congestionada de él.
El cuchillo en la encimera.
Llegarían a tiempo.
No me hagas caso, mi amor —cambió él de registro, una mano levantada hacia el rostro de ella en ademán de caricia inconclusa—. Voy a cambiar.  Te lo juro.
Silencio.
¡Mírame a la cara!
Ya vendrían de camino, raudos a salvarla.
¿Qué tienes escondido en la mano,  so puta?
Eva escondió el móvil.
Tenían que estar en el portal; ya subían, seguro.
¡¡Les has llamado, cagondiós!! —repitió él, cuchillo en mano.
Llegaron a las siete. La sangre coagulada de Eva irisaba el linóleo del piso de la cocina cuando entraron.


jueves, 11 de agosto de 2011

LA XXIV SEMANA NEGRA DE GIJÓN – (Incursiones 2 )

El pasado 31 de Julio la Semana Negra de Gijón cerraba sus puertas tras el balance y clausura por parte de su director Paco Ignacio Taibo II; simultáneamente se daba el banderazo de salida para la celebración de la XXV Semana Negra.
La Semana Negra es un proyecto distinto de lo que en nuestro país e internacionalmente podría ser un encuentro entre escritores, lectores y libreros relacionados con la novela de género.
Es un evento, cuya duración es de diez días que se inicia con la salida del Tren Negro en Madrid el viernes y culmina dos domingos más tarde, en donde: autores, lectores, curiosos, veraneantes, paseantes, vendedores, libreros, artistas, músicos, fotógrafos, periodistas, organizadores, restauradores, buscavidas, poetas e “indignados” este año, se amalgaman en carpas, casetas, chiringuitos y calles abarrotadas para decirnos que la cultura es todo eso.
Mañanas de letargo, que inician su desperezar a la hora del mediodía para iniciando un almuerzo, con sobremesa extendida, se prolongan en la Carpa del Encuentro en una tertulia en donde el público lector o simplemente curioso asiste, como oyendo tras una jaula de cristal, a los conciliábulos propuestos en el programa.
Devienen, a continuación: las presentaciones, las firmas, los brujuleos de quienes esperan al autor para presentarlo junto a su último libro, de los que ya lo hicieron, de autores que serán elogiados, preguntados y admirados por sus incondicionales, las minitertulias en los veladores externos ante una Pepsi, la entrevista del periodista con el tiempo justo o la del aficionado para ubicarla en sus páginas virtuales...y entre todos la ubicuidad de P.I.T. II.
La tarde avanza, los encuentros, las visitas a las librerías a saludar, firmar y comprar los libros que uno no quiere dejar de llevarse o encargar para su envío, la búsqueda de firmas- algunas injustificables sin esos recuerdos que el autor despertó con obras casi olvidadas- y acompañándolo todo la omnipresente música, un “chunda-chunda” que ora por un rincón , ora por otro se introduce en todos los espacios.
Pero...es la Semana Negra y sigue.
Cambió la manera de hacer política en el Principado y posiblemente de hacer cultura; el rector quiere Cultura - a ser posible controlada- ; los gijoneneses, quienes la han expulsado en algún caso de las proximidades de sus viviendas, convirtiéndola en un festejo itinerante, - no conscientes de la trascendencia de esta feria especial, que consigue traer a ciento cuarenta autores de todos los paises para mezclarlos con ellos y transportar el nombre de Gijón a todo el mundo - “preferirían que no la llevaran” ; lo cierto es que la continuidad, en la ciudad, ha ocupado un lugar importante en las conversaciones mantenidas a lo largo de demasiados días y en la prensa regional un lugar preeminente.
Que en la Semana Negra hay cosas a mejorar, sin duda, y entre ellas: abrir las tertulias de debate a la participación de los interesados que asisten a ellas desde la “platea”, sean lectores, estudiosos o expectantes; el lector- comprador de libros es un elemento importante a tener en cuenta a lo largo del proceso, aparte de ser el depositario de las historias que los autores ponen en papel o digitalmente. Potenciar, aún más, la presencia de autores que si no asomasen a sus carpas serían perfectos desconocidos, sea por política editorial o por no estar en los focos de atención. Posibilitar que tantos y tantos autores hispanohablantes transoceánicos, sin conexión editorial, puedan llegaqrnos a través de sus escritos siguiendo su progresión creativa.
Pero la Semana Negra es así, con fallos y aciertos y necesita seguir haciendo lo que durante veinticuatro años lleva, reduciendo los primeros e incrementando los segundos.
Me gustaría poder asistir a la XXV Semana Negra en Gijón.

Nota: He evitado dar nombres, habrían tantos...con quienes he compartido: buenos ratos, silencios, paseos, cervezas, copas, conversaciones... muchas gracias a todos.

domingo, 7 de agosto de 2011

KEHINA - Pedro Avilés (Relatos 20)

Me dije: no podría soportar que esto no hubiese sucedido. Y me dije: pero podría igualmente no haber sucedido y ahora sería el mismo estúpido feliz que era antes de sentirme tan pleno, tan al borde del precipicio de la aventura. La aventura. Tenía treinta y tres años menos que yo, pero eso a ella no pareció importarle.
Por delante, una semana. Poco tiempo. Nada más que lo que dura el resplandor de un rayo en la noche comparado con su belleza, que era inmensa. Las cosas importantes en la vida te golpean así, sin que te las esperes. Se vienen a fundir arcanos espacio-temporales, siempre casuales, ininteligibles, que el destino, si es que existe, se empeña en presentar en un instante que es, pero que podría no haber sido por cuestión de segundos. La consciencia de ello pone los pelos de punta. Las cuerdas del tiempo se empecinan en concatenarse para fundir los instantes en uno solo, propio, fugaz, en el que cabe una sonrisa y una mirada distinta que uno también ha experimentado en connivencia con el otro.
El apartamento que alquilé no tenía lavadora, pero el arrendador, un griego más interesado por los 300 euros que le pagaba al mes, que por mis problemas económicos, me aseguró que podría usar la del piso de arriba, de dos habitaciones, que alquilaba individualmente y que aún no tenia inquilinos en aquél momento.
Si alquilo el piso yo avisaré de que usted tiene derecho a la lavadora —dijo adelantándose a la pregunta que le iba a hacer y ofreciéndome una copia de la llave del estudio y otra del piso de arriba. Pero no cumplió su palabra, como está estipulado que los caseros no cumplan su palabra.
Como sabía eso, cogí la costumbre de llamar a la puerta antes de meter la llave en el piso de arriba. Lo hacía cada viernes, el día de mi colada, para evitar sorpresas. Un día descubrí que estaba ocupado por una jovencita, porque sobre la lavadora reposaban unas bragas usadas de niña joven. No había nadie en la casa. Confieso que al principio no les hice mucho caso y las aparté con cierto asco. Pero me las quedé mirando con perversa curiosidad. El bajo vientre me dio un vuelco y no tuve dudas. Olisqueé con vehemencia su aroma por sentir alguna compatibilidad. Terminé masturbándome sentado en el borde de la bañera con aquellas bragas pegadas a la nariz. Me juré que repetiría cada día de colada.
El viernes de la semana siguiente ella estaba en el piso cuando llamé. ¿Quién es usted?, preguntó viéndome con el barreño de plástico a la puerta. Yo no debía ofrecer el mejor aspecto posible, pero estaba dispuesto a hacer valer mis derechos.
Esto, eh, ummm, ah, hola, soy su vecino de abajo. Tengo que recoger la ropa que he puesto a lavar en su lavadora hace una hora y media. ¿No le ha dicho nada el propietario?
No.
Verá —esbocé una absurda explicación sin mucha gana—…, alquilé el apartamento de abajo con la condición de poder usar…
Vale, vale, pase —dijo sin más, allanándome el esfuerzo y ahorrándose el tener que soportar mis torpes explicaciones.
Al salir de su cuarto de baño con el barreño con la ropa recién lavada, le di las gracias y le tendí la mano. Ella balbució su nombre, pero lo olvidé al instante. Fue entonces cuando tuve consciencia de que aquél momento era único.
¿Desde cuándo vive usted en Atenas? Yo sólo llevo una semana en la ciudad. ¿Qué tal es? ¿Podría darme algún consejo?
Tres meses. Pero me voy dentro de una semana —dije apretando el barreño con la ropa recién lavada aún húmeda contra mi pecho, a modo de defensa—. Tener cuidado, especialmente en el Metro. Hay muchos robos cuando los descuideros perciben a un extranjero.
Vaya, qué pena. Me encantaría que usted me enseñase algo de la ciudad. No conozco a nadie. ¿Quién mejor que usted, que lleva ya tres meses aquí y es mi vecino con derecho a lavadora?
Eh, Ummm…, —volví a balbucir, porque su voz era tan joven como ella, de terciopelo aniñado con acento francés del inglés, si es que existe ese terciopelo, y eso hace temblar las piernas a un tipo como yo.
¿Eso es que sí?
Claro.
¿Quiere tomar un café?
Antes tengo que… —indiqué con la vista el barreño con mi ropa recién lavada.
No se preocupe —contestó quitándomelo de las manos y colocándolo en el suelo de la cocina— Ahora mismo preparo el café— añadió dándose la vuelta. Pero no la dejé. La tomé por los hombros, la giré con suavidad y la besé sin más preámbulos. Lo hice por inercia. Esperé el bofetón de justicia. Pero acabamos con los últimos espasmos en el suelo de la cocina, junto al barreño de la ropa, después de que me hubiese ceñido con fuerza de atleta la cintura con sus muslos, aupada sobre la encimera donde la penetré con una pasión que hacía años creía perdida. Tanta, que sentí miedo.
El devenir de los acontecimientos es caprichoso, pensé mientras me subía los pantalones. Confieso que lo que me movió a ese estúpido pensamiento fue el hecho de que aquella mujer era casi una niña aún. No era sino un modo de defenderme de aquél último cartucho que me ofrecía la puta vida.
¿Cómo se llama?
Adiós— contesté. Me subí la cremallera del pantalón, recogí el barreño con la ropa y bajé a tenderla a mi pequeño apartamento.
Aquella noche en el hotel donde trabajaba discutí con un cliente que llegó borracho a las cinco de la madrugada. Si el tipo hubiese sido un poco discreto no le habría obligado a que la puta que lo llevó, la “Zri Finge”, pagase el peaje de la habitación, pero el mamón en concreto era un borracho chulo. Me dejó tumbado tras el mostrador de formica de la recepción con sabor a sangre en la boca. El tema se solucionó con la Policía ateniense tocando los cojones a todo el mundo con sus preguntas comprometidas, cosa que no me gustó nada porque sabía que los chulos de la zona me la iban a hacer pagar tarde o temprano.
Al día siguiente confieso que me sorprendió verla ahí plantada en la puerta de mi estudio. Me había hecho a la idea de que no nos volveríamos a ver.
Quiero que me lleve a lugares secretos.
La dulzura de su expresión y su voz infantil me anestesiaron durante unos segundos.
Pasa — reaccioné justo a tiempo de que no se diese cuenta.
Su estudio me gusta más que mi piso.
Pero el tuyo tiene lavadora.
Se rió. De un modo limpio que no encajaba con mi estado mental cínico. Pasé al interior y me acurruqué sobre la cama como un feto a punto de nacer. Encendí un cigarrillo y me la quedé mirando con detenimiento a través de las volutas de humo azul. Era muy bonita. Ummm. Con esa falda más, si cabe.
Sitios secretos de Atenas. Lugares a donde no vayan los turistas. He visto que hay muchos turistas a todas horas en todas partes.
Yo te puedo enseñar sitios en donde no.
Oui, si vous plait! —mostró una auténtica alegría adolescente.
Acércate.
Se sentó a mi lado en la cama. Me miró con intensidad. Alcé la mano y le acaricié el cuello. Gimió, pero no bajó la mirada, la mantuvo firme, serena, escrutando qué había detrás de la mía. Bajé la mano hacia su camisa y la fui desabrochando poco a poco. No había nada que decir. Acaricié sus pechos. Eran como gorriones tímidos calentitos. Después la besé y metí la otra mano debajo de su falda. Tenía las bragas mojadas. Follamos como salvajes.
Creo que usted esconde un gran dolor —dijo cuando acabamos.
Los días de aquella semana se fueron consumiendo uno tras otro como un ciquitraque. Y con ella nuestros encuentros diarios. El último día confesó que me amaba. Le contesté que no había lugar para nuestro amor. ¡Dígame su nombre, dígame a qué se dedica! suplicó con vehemencia.
El amor es algo que dura hasta que el otro te dice que sí.
Cuando sacó la pistola no me impresionó demasiado. Hasta con los papeles perdidos estaba bonita. Oí el disparo.
El País/Agencias/6/2011
Muerte de novela negra en Atenas
El conocido escritor de novela negra Alberto Moravista, fue encontrado muerto ayer en un apartamento de Atenas con un disparo en la frente. Moravista se había trasladado a la capital helena hace tres meses para documentarse en la que hubiese sido su décima novela. Para ello aceptó un trabajo en la recepción de un hotel de mala nota en la zona de Larissa, un barrio obrero y de inmigración hindú. Como consecuencia de estos hechos ha sido detenida una joven estudiante francesa de procedencia argelina de 22 años cuya identidad no ha sido facilitada. La joven cursaba una beca Erasmus de Historia del Arte en la capital griega desde hacía tan solo una semana. Alberto Moravista tenía 55 años cuando se produjo su muerte. La Policía encontró en sus bolsillos el billete de regreso a España para esa misma mañana y unas notas garabateadas con el arranque de su próxima novela.

jueves, 16 de junio de 2011

CÁPSULAS (Relatos 19)

Esta noche he vuelto a tener el mismo sueño. Es un sueño recurrente, en el cual me encuentro apoyado en el pretil de un edificio de elevada altura y desde el cual atisbo a toda la gente que pasa por la calle. Hasta ahí no deja de ser un sueño vulgar e incluso de “voyeur”; observar a los demás se ha convertido en un deporte nacional, con o sin la anuencia de los observados.
Pero la particularidad de mi sueño es que sostengo un rifle con mira telescópica con el que espaciada y arbitrariamente abato a algún transeunte suave y dulcemente; para el disparo aprovecho el sonido del escape libre de alguna moto de alta cilindrada o alguna de las continuas cacofonías que forman los cláxones automovilísticos.
Para evitar ser localizado, me desplazo a lo largo y ancho de la azotea y dejo transcurrir tiempo entre un disparo y otro.
El máximo objetivo de mi sueño sería el pasar ocupar las primeras páginas de la prensa por haber “liquidado” a alguien importante.
Cuando se lo cuento a mi psiquiatra, me dice con aire de suficiencia: “Tiene afán de notoriedad y una mente imaginativa; debe acostarse relajado y para descansar bien se tomará, cada noche, una cápsula de estas que le prescribo. Pídale cita a la enfermera para el mes que viene”.
Mi psiquiatra sabe, se lo he dicho yo, que trabajo en una compañía de seguros; pero lo que no le he contado, ni falta que hace, es que soy vigilante jurado, autorizado a portar armas, en dicha compañía.
Como soy muy metódico todos los días traigo al trabajo mi portafolios, en él viene mi bocadillo, mi uniforme, mis lecturas, mi arma reglamentaria, y chucherías varias; y lógicamente no pasan el escaner.
De modo que aquí estoy en la terraza de Torre Europa, frente al Palacio de Congresos. He bloqueado los accesos y me acompaña mi soñado rifle de mira telescópica.
Hoy se celebra ahí una Reunión Especial de Banqueros y Grandes Empresarios y creo que voy a empezar a ser conocido.

martes, 14 de junio de 2011

EL ALMA MALDITA DEL ARTISTA - Sergio Coello (Relatos 18)

Charly se crió en Snakeville, Australia, junto a la desembocadura del río Murray. El Murray baja desde la nieve hasta el maíz y se vuelve navegable en su tramo final, que ha pasado de mecer viejos barcos de vapor a ser pasto de especies invasoras y sobreexplotación agrícola. De niño, Charly estuvo allí formando parte de un ecosistema perfecto. Apenas recién nacido, unos aborígenes le amarraron con una cría de serpiente viva a un árbol recién plantado y los tres recibieron cuantos cuidados fueron necesarios para que crecieran sanos y fuertes.
Después un pacto secreto con el Señor de las Tinieblas hizo de él un triunfador; un actor de prestigio que suda y llora sobre el escenario hasta que las gotas mezcladas salpican a un público entregado y loco por descifrar los porcentajes de esfuerzo y amargura que contiene esa humedad sobrevenida. Charly se pregunta, a veces, si la admiración que le profesa el público no será fruto de la incapacidad general para escribir un poema de amor sublime mojando la pluma en el líquido pegajoso que guarda el secreto de la vida. O, tal vez, de la escasa disposición de las masas para escribir la mejor novela del siglo mojando la pluma en la sangre emanada de sus heridas abiertas. El diablo, sin embargo, sabe perfectamente que ese público aplaude con entusiasmo porque sólo sabe pintar la aburrida historia de todos nosotros mojando la brocha en el sudor de su frente.”

sábado, 11 de junio de 2011

EL ENCUENTRO – María José (Relatos 17 )

Hace frío. Sé que hace frío. En los entierros siempre hace frío, aunque yo no lo sienta.
Dicen que cuando morimos volvemos a nacer.
Se ha marchado, sin despedirse, como siempre lo hacía, sin una caricia, ni un te quiero. No me da pena. No siento nada. Tan solo lamento que no se haya dado cuenta de que he sido, para ella, una buena hija. Siempre la he querido, o al menos eso creo.
Sigue lloviendo. Y yo sigo sin notar el frío. Será porque toda mi vida me ha acompañado. Manuela también es su hija, pero ella sí siente el frío, y el calor, no como yo.
Daría mis mejores años, total para qué los quiero, por sentir una caricia, una ternura, un aliento, una sonrisa… una sólo. Sería tan feliz.
Me siento observada. No le conozco, pero él me sonríe. Se acerca. Me está consolando, siento su cuerpo, su abrazo, susurra un “lo siento”. No quiero estar sola. Quiero que mi vida se llene de momentos como éste. Le quiero a él.
Se ha marchado. ¡No te vayas!, ¿quién eres? ¿Volveré a verte? Si, volveré a verte.
- Mamá, te encuentro muy sola y no te necesito. Manuela se irá contigo, esta misma noche, porque yo mañana, tengo una cita.

lunes, 6 de junio de 2011

AL OESTE DE TEXAS - Sergio Coello (Relatos 16)

Es una lástima que esta tarde tengas que ir a la ciudad a renovar tu licencia de Mejor Pistolero al Oeste de Texas. Me hubiera gustado enfrentarme a ti, con mi flamante revólver y mi torpeza; a esta hora del atardecer, cuando la polvorienta calle de este pueblucho parece de oro y sangre pre­sagio de los colores de mi derrota y bajo la ventana de esa habitación en la que duerme ajena, a ti, a mí, a todo la bailarina más hermosa del saloon.

lunes, 30 de mayo de 2011

EL OTRO “HIGH NOON” (Relatos 15)

Desde arriba el sol impedía a la sombra separarse de los tacones de las botas. Un ligero vientecillo arrastraba los cactus secos y los sagüaros mantenían su dignidad ante el terrible bochorno.
Había llegado la hora, la ciudad estaba silenciosa y ni un alma se atrevía a cruzar la calle. Tras los visillos se veían sombras que la curiosidad no les permitía disimular; sí había, sin embargo, quienes aquella no le permitía mantener la dignidad y abiertamente espiaban tras las cortinas.
El polvo, los lagartos, una serpiente que se arrastraba descaradamente y mi enemigo éramos los únicos que estábamos dispuestos a todo.
Había recorrido los lugares en que, habitualmente, era bien recibido y la especial concentración en lo que hacían les impedía mirarme a los ojos; en otro caso era un silencio culpable el que respondía a mis palabras; también se palpaba una lástima que no se traducía en apoyo; el miedo me recorría la columna vertebral como el compañero indeseable que no me abandonaría.
Avanzando lenta, pausadamente, como queriendo retrasar el momento sin retorno, mis botas sonaban en un crujido de requiem mientras me aproximaba a mi cita. Me enfrentaba a un enemigo certero, con demasiadas muescas y la mía pudiera no tardar en ser una más.
¡Ea, se acabó!
Un estallido luminoso...un silencio sobrecogedor.
Al despertar, unas palabras amigas.
-Todo ha ido muy bien, lo hemos limpiado todo...y ahora a esperar la recuperación.
- Gracias, doctor.



viernes, 27 de mayo de 2011

EL OTRO PADRE DE CLARA ( Cómics 2 )

Se fue como apareció, sin hacer ruido y pasando totalmente desapercibido; el 7 de mayo pasado falleció, en Londres, Carlos Trillo.
Nacido en Argentina en 1943 y con un oficio desconocido para el gran público- guionista de cómics- junto con Hector Oesterheld, Carlos Sampayo, Juan Sasturain y algunos más, que inmerecidamente no cito, constituyen la explosión argentina del cómic adulto; eso que los expertos dieron en llamar el octavo arte.
Los que leíamos cómics antes de la “invasión manga”, respetábamos el abrumador “empacho” de cómics de superhéroes y nos refugiábamos en -ya fuese la línea clara, la barroca o la línea chunga- tuvimos la ocasión de descubrir historias, siempre con un sentido de libertad, nunca gratuitas, dibujadas por : Alberto y Enrique Breccia , Horacio Altuna, Juan Giménez, Mandrafina, Fernando Fernández, Jordi Bernet, Enio, Eduardo Risso...
En el cómic nos dejamos llevar por la espresión gráfica de la historia que nos es contada- suele ser más espectacular, “entra por los ojos”-, pero muy pocas veces tenemos en cuenta que unos dibujos, sin una buena historia detrás, pueden ser muy virtuosos pero no contar nada.
Ahí estaba Carlos Trillo detrás de: “El Loco Chávez”, “Alvar Mayor”, “El Peregrino de las Estrellas”, “Las Puertitas del Sr. López”, “Oro Blanco”, “Merdichesky”...y, entre otras, de nuestra entrañable “Clara de Noche”.
De manera que en todos aquellos números de: “1984”, “Zona 84”, “Totem”, “Bumerang”, “Blue Jeans”, “Cimoc” y posteriormente en libros de “tapa dura”...hasta terminar en nuestro emblemático “El Jueves” hemos podido disfrutar de tantas y tantas historias que Carlos Trillo había creado.
Mi recuerdo a Clara de Noche, quien además de puta que ha de mantener un hijo, en este mes se ha quedado medio huérfana.

jueves, 26 de mayo de 2011

CANDELARIA (Relatos 14)

Cuando las estrellas estén alineadas, Cthulhu
que sueña eternamente en las vastas criptas
de R´lyeh, se levantará para hacerse con la
Tierra de nuevo.
El Necronomicón ( Abdul Al Hazred s.VIII)

El dos de febrero amaneció en Marbon (Condado de Maine) con una llovizna que a lo largo del día cobró intensidad y venció los infructuosos intentos del Sol de brillar.
La feria había teminado, las distintas atracciones ya habían abandonado el recinto, quedando como una lúgubre muestra, con sus perfiles oxidados y sus horribles pinturas en carne viva que despertaban el asco y el miedo a partes iguales, el Tren del Infierno.
Sus propietarios, Harold y Spencer aguardaban algo, una señal para levantar el campo.
Harold, gordo, malencarado y de andar anadeante se ocupaba de la taquilla y el control eléctrico del tren; Spencer, flaco, de rostro patibulario y considerable altura se embutía en su traje de diablo y con una escoba se escondía en el interior para asustar a los escasos viajeros que subían, en busca de emociones fuertes, al desvencijado y renqueante tren.
Las pocas luces que alumbraban el recinto ferial mostraban la imagen de un paisaje lunar, sólo roto por las miserables luces de colores que “adornaban “ la atracción.
De entre la penumbra una sombra se materializó.
>Hola, sois los dueños?
>Y...tú quien eres, respondió Spencer.
>Inspector Harrard, policía de búsqueda, dijo a la vez que mostraba su credencial. Se han denunciado dos desapariciones. Documentación.
El policía embutido en una gabardina y cubierto con un sombrero estudió los papeles y se los devolvió.
>Como decía, se han denunciado dos desapariciones de adolescentes y parece ser han sido vistos por estos alrededores.
>No hemos visto ni sabemos nada. Contestaron al unísono ambos socios.
>Bueno, me respondéis algunas preguntas y todos contentos.
Harold y Spencer se miraron entre sí con una mezcla de alarma y astucia.
Harrard sacó un bolígrafo y un cuaderno del bolsillo mientras se dejaba caer en uno de los asientos del tren, inmovilizado ante él permanecía a cubierto.
La noche avanzaba a la vez que la lluvia arreciaba.
Un relámpago brutal iluminó el recinto como si el dia se materializase de nuevo y las luces desaparecieron en la negrura a la vez que una vibración abisal arrojaba a la superficie un nuseabundo hedor a algas descompuestas y pescado podrido junto a un trueno ensordecedor.
Ninguno de los socios fue consciente de que el tren, con una velocidad endiablada y con el inspector a bordo se lanzaba por el interior del túnel.
La duración del estruendo no pudo amortiguar del todo un alarido inhumano.
La cabecera del tren aparecía ya, con un lento traqueteo, por el otro extremo y en uno de cuyos asientos aparecía, como regurgitada en un montón, la ropa del policía.
Era muy temprano cuando la atracción “El Tren del Infierno” abandonaba Marbon. En su lugar, aparte de las marcas que indicaban la situación de las vías y la estructura se veía un trozo de tela oscura, como el pico de una corbata, que parecía salir de la tierra.

Nota: Candelaria o festival de las luces - llamada así por su alineamiento estelar- marca el principio de la lactancia de las ovejas y simboliza también el inicio de un nuevo ciclo vital.

jueves, 19 de mayo de 2011

REALIDADES (Relatos 13 )

Se sentía bien, acababa de llegar de trabajar, salía a las seis de la tarde, y en su casa le aguardaban su mujer y su hijo de corta edad; fuera quedaban las dificultades propias de: clientes, impagos, desfase en suministros, reclamaciones y demás, ahora estaba en su realidad.
Su realidad estaba formada por una esposa joven, como él que aún no había cumplido los treinta y seis, atractiva y amable y su hijo con tres años y una vida en perspectiva enorme. También eran parte de esa realidad su trabajo -casi mileurista- era lo que había; su coche- un utilitario que estaba pagando; su piso con una hipoteca de por vida y toda esa serie de medios que le permitían asomarse al exterior sin contaminarse: la televisión, internet, las redes sociales-ya tenía más de quinientos amigos- y el móvil de última generación.
Comentaban los sucesos del día mientras Ángela la daba la merienda a Raúl cuando un ruido ensordecedor se extendió a su alrededor y el suelo, las paredes y todo empezó a vibrar.
El televisor estalló vomitando las miles y miles de víctimas no mostradas en los edulcorados informativos, el griterío de los sin hogar y marginados se oía por el pasillo procedentes del pc, el dolor del mundo se extendía por toda la casa como una ola que amenazase toda su realidad.
Miguel sólo tuvo tiempo de arrastrar a su mujer y a su hijo fuera de la casa y ya en la calle, viendo como se desplomaba su vivienda, descubría la “realidad no virtual”
Era miércoles 11 de mayo de 2011 y Miguel vivía en Lorca.



lunes, 2 de mayo de 2011

AMBOS-SENDOS (Relatos 12)

Paco estaba nervioso, la Semana Santa se echaba encima y aún le faltaba por preparar: el capirote que el año pasado se le mojó y estaba hecho un desastre, orear la túnica y el antifaz, que olían demasiado a alcanfor y abonar la papeleta de sitio. Este mismo ritual se sucedía cada año desde que tenía recuerdo. En esta ocasión, no es que la Fiesta hubiera venido de pronto, este año era a finales de abril, pero a Paco siempre le faltaba tiempo para tenerlo todo preparado.

Lo único que había realizado, Paco, con la suficiente antelación, fue pedir esa semana de vacaciones a su jefe, con objeto de que nada profano, se interpusiera en su objetivo, vivir con pasión su Semana Santa.

Las previsiones meteorológicas auspiciaban, en principio, un tiempo primaveral, con temperaturas agradables. Los naranjos ya en flor, anunciaban el aroma propio de la ciudad en esas fechas, azahar e incienso formarían una mezcla embriagadora para sus sentidos.

De la noche a la mañana, las calles se habían ido llenando de gente que con ánimo festivo deambulaban por ellas en búsqueda de algo indefinible, mezcla de devoción, interés artístico y diversión.


El domingo de Ramos, unas ligeras nubecillas asomaban por el horizonte procedente del Golfo de Cádiz. tiñendo de cárdeno poco a poco el cielo de la ciudad; Paco, de inmediato, se sentó frente al televisor para no levantarse hasta conocer la previsión del tiempo para el resto de la semana. El suelo desapareció bajo sus pies, al conocer que una borrasca se adueñaría de los cielos de su ciudad durante toda la semana. Nuestro hombre no daba crédito a lo que sus ojos y oídos veían y oían, y sólo sabía decir: no puede ser no puede ser, con lágrimas en los ojos.

La cruz de guía de su Hermandad traspasó la puerta principal de la iglesia, lucía un sol radiante y todos los hermanos no cabían en sí de gozo. Paco desde su puesto en la fila rompió a llorar, como un niño, de alegría. Cuando la Banda iniciaba su acompañamiento a la Virgen con los campanilleros, y las puertas del templo se cerraban tras ellos, súbitamente el sol empezó a esconderse tras una nubecilla grisácea.
La gota que a Paco le hizo descubrir el drama cayó directamente sobre la llama de su cirio, apagándolo de golpe, para ese momento, ya se había dado la voz de alarma a través de la fila y la procesión inició una carrera desenfrenada en búsqueda de cobijo para sus sagradas imágenes. La Iglesia de Santa Casilda, acogió los pasos que empapados entraron al refugio. Transcurridas dos horas, la lluvia lejos de desaparecer se intensificó de manera torrencial, visto lo cual y con la autorización del párroco de Santa Casilda, previa conversación con el hermano mayor, se decidió que las imágenes permanecerían en el templo hasta su regreso a su parroquia cuando el tiempo lo permitiese.
Paco sintió una mezcla de emociones, por un lado la tristeza de no haber hecho el recorrido previsto; por otra la alegría de haber podido acompañar a su Virgen en procesión.
...Ya sólo quedan 364 días para gritar otra vez, ¡al cielo con ella ¡






miércoles, 13 de abril de 2011

TODO LO QUE MUERE - John Connolly (Reseñas 22)

Charlie Parker “Bird” (1920-1955) no es sólo un saxofonista de jazz- uno de los creadores del Be-Bop- y protagonista del film que Clint Eastwood le hizo en 1988 en su homenaje.

Charlie Parker es, también, el nombre con el que John Connolly (Dublín 1968) especialista en filología inglesa y periodismo, bautizó a su protagonista en 1999 para darnos “Todo lo que Muere”.

"Bird", como le llaman sus ex-compañeros de policía de Nueva York es un hombre que arrastra una culpa-como tantos otros protagonistas de las novelas del género- un alcohólico que se considera culpable de no haber podido impedir el horrendo asesinato de su esposa y su hija de 3 años mientras él estaba en una taberna.

“Todo lo que Muere” es una novela de la desmesura: de la soledad insoportable, de los asesinatos horripilantes, de las víctimas de una violencia incontrolada, de la desesperanza más absoluta en la amistad.

Connolly golpea fuerte con esta novela, castiga donde duele y nos acompaña, cual Virgilio, en los infiernos de New York y New Orleans en busca de ese Viajante cuya mercancía es la desaparición del género humano mostrada a través de sus símbolos.

El desasosiego, el terror sin cara, la podredumbre de las ideas salen a la superficie, como los caimanes en las lagunas de Louissiana, con un afán depredador sin límites.

Si algún habitual lector de novela criminal creía encontrarse a salvo, esta novela le arranca definitivamente la careta y le dice que no está realizando una actividad inocente.

domingo, 27 de marzo de 2011

MEDIOS VIOLENTOS - Pascual Serrano ( Reseñas 21)

De unos años a esta parte se habla, en nuestro país, de “periodismo de investigación”. De lo visto ese tipo de periodismo consiste en sacar a la luz trapos sucios, ya sea de gente de la farándula, de la política o de personas que son noticia por alguna razón. También se engloban en esa faceta periodística la preparación de “dossieres” para el juego político y de informes, que a petición de los responsables respectivos sirven para mantener un tipo de “información controlada”.
La diferencia con el autor del libro que nos ocupa es que la investigación de Serrano arranca de un principio de libertad de información, que junto a una ética y una consideración de la noticia como sujeto de la información nos permite descubrir una serie de cuestiones que hoy en día están en situación de marcar el devenir del planeta.
Los medios han pasado de ser el cuarto poder a convertirse, por obra y gracia de los poderosos, en el primero, ¿por qué? Porque actualmente pueden crear estados de opinión que determinen una declaración de guerra, una invasión, una justificación de crímenes de lesa humanidad, etc.
De ahí que Serrano a lo largo del libro describe, con muchos ejemplos reales, la manipulación de la información para invadir Irak “que estaba completamente demostrado tenía armas de destrucción masiva”, los bombardeos indiscriminados en Serbia, por parte de la OTAN, la limpieza étnica en Bosnia, Kosovo, Ruanda, etc.
Cuenta el autor cómo los ciudadanos son convertidos en súbditos a través de los medios y darse el caso habitual de tener tropas destacadas en varios países en “misiones de paz” sin que la inmensa mayoría de los ciudadanos de los países invasores sepan ¿por qué, para qué y desde cuándo?
También describe el aislamiento , demonización, información tergiversada y manipulación de las noticias para conseguir que un ataque aparezca disfrazado de “la justa respuesta de una agresión” a un país.
Los ejemplos de Irán, Cuba, Venezuela, la antigua Yugoslavia, Palestina...con sus correspondientes etiquetados como “buenos y malos” y la exaltación del armamento que en unos casos , la prensa apoya son “para construir la paz” y en otros “son peligrosos rearmes ofensivos”.
El trabajo constituye una crítica muy severa sobre la apología de la guerra y la violencia unidireccionales, que los medios presentan para defender lo indefendible y mantener al ciudadano en la más abyecta desinformación.
Es un continuo desmontar informaciones de prensa y televisión que avergüenzan al ciudadano que tenga una mínima sensibilidad si no democrática, al menos humana.
Pascual Serrano hace propuestas para intentar reconducir esa situación; pero dichas propuestas han de ser asumidas por los Estados y en la mayoría de casos los intereses económicos globalizados les impide querer hacerlo.
El libro no contribuye precisamente a mejorar la opinión sobre los medios de información en nuestro país y sobre las agencias de noticias que los surten.


viernes, 25 de marzo de 2011

LA VENGANZA DE SHARPE - Bernard Cornwell (Reseñas 20)

El Autor
Bernard Cornwell nació en Londres en 1944. Después de graduarse en la Universidad de su ciudad natal colaboró durante 10 años en la BBC, posteriormente en Thames Television y actualmente reside en Estados Unidos. Especializado en novela de localización histórica son famosas sus series dedicadas a Artur Pendragon, Los Arqueros del Rey y el Fusilero Sharpe. Otras obras de interés son Stonehenge y El Ladrón de la Horca. Algunas de sus series han sido llevadas a la pequeña pantalla. 

El Personaje
Richard Sharpe es un fusilero del ejército de S.M. Británica que por diversos azares se ve destinado a las campañas de Wellington en España a principios del siglo XIX y es fiel testigo de los acontecimientos que terminan con la derrota del Emperador en Waterloo. Sus aventuras en España y Francia y consiguientes participaciones, como actor-protagonista en Salamanca, Badajoz, Vitoria...nos permiten conocer, de manera novelada y perfectamente documentada una parte de esa historia de una guerra que quizá fuese la precursora de las que en el siglo posterior horrorizaron a los hombres.( La serie de Sharpe consta de al menos doce episodios)

Reseña
La batalla de Toulouse se ha producido y las tropas aliadas van camino de París, pero la citada batalla, debido a la lentitud en las comunicaciones, fue innecesaria. Napoleón había sido destituido e Inglaterra y Francia habían firmado la paz, muertes inútiles, suponiendo que haya alguna muerte útil como no sea para quien se beneficia directamente de ella.
Sharpe es desmovilizado y sometido a un Consejo de Guerra, se le acusa de haberse apropiado del tesoro del Emperador, que pertenece a Francia. Todo es una maniobra de su mortal enemigo Pierre Ducos y en una lucha por defender su inocencia viaja a través de media Europa en su búsqueda.
En esta novela Cornwell abunda en reflexiones sobre los sentimientos y las relaciones hombre-mujer en unos momentos en que lo más importante ya no es combatir.
Por la novela desfilan personajes que, esperando el fin de la guerra, sólo aguardan recoger beneficios y sinecuras; se reflejan hechos históricos, como la cruel separación de las esposas de los soldados británicos al ser repatriados e impedírsele a aquellas acompañarlos, quedando junto con sus hijos a merced de la miseria, los proxenetas y el hambre, en una Francia vencida y arruinada.
Las fidelidades, solidaridades y amores son puestos a prueba junto a la corrupción el oportunismo y la venalidad.
Una muestra más, por parte de Cornwell del conocimiento sobre el hombre y el desarrollo de una aventura que no deja de atraer y que arrastra hasta su final al lector.