martes, 12 de junio de 2012

HACE EONES... (Relatos 27)

Tengo miedo, miedo a dormirme.
Cada vez que el sueño cierra mis ojos se reproduce el terror.
Me siento deslizar por un embudo sin fin, un embudo de paredes infinitas, distanciadas entre sí de modo que no distingo el otro lado. Un embudo de paredes acolchadas que produce un sonido amortiguado en mi rodar y rodar en la infinita tolva.Y así, una vez y otra, sin noción del tiempo, sólo vencido por el cansancio que me empuja a dormir.
¿Dormir?, ¿alguien podría dormir así?; el dolor es aún más fuerte que el miedo y la conciencia del yo se diluye entre giros y giros en un interminable descender en un ruido sordo hacia el fin.
No soy consciente de respirar, siento la oscuridad, mis manos intentan aferrarse a esas paredes que me rechazan, ruedo, ruedo sin parar y de pronto una luz cegadora estalla ante mis ojos y mi respiración rompe en un gemido- llanto que me desgarra definitivamente.

- Señora, todo ha ido bien, ha sido un niño,¡ enhorabuena!  

3 comentarios:

  1. ¡Me ha sorprendido¡.Saludos.Pilar.

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  2. Me ha encantado tu relato. Tienes un dominio de la introspección y/o regresión que me ha hecho sentir en una sesión de expertos en sofrología. Narras un momento crucial dentro del útero, que todos los que logramos superarlo hemos reconocido. Te animo a que describas otras situaciones en que si se logra ver la luz, ha costado una lucha terrible contra los atacantes externos. Tu sabrás decirlo. Hay quienes lo hemos sentido y nos harás un gran favor al definirlo. Gracias y enhorabuena.

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  3. Recuerdo el día que hablamos de este sueño tan peculiar y la posibilidad de plasmarlo en un relato. El resultado ha sido espectacular. Me ha encantado. Felicidades.

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