El auge experimentado por la serie Crepúsculo de Stephenie Meyer, las Crónicas Vampíricas de Anne Rice, junto a las secuelas de El Señor de los Anillos ,de Tolkien y la serie de Narnia de, C. S. Lewis hace que nos acerquemos a un género que ha tenido siempre un predicamento importante entre las lectoras.
“Nada nace de la nada” y debemos remontarnos al siglo XVII en que Descartes con su “El Discurso del Método” establece la doctrina del Racionalismo según el cual nada debe escapar a aquello que el hombre a través de su raciocinio pueda alcanzar. Ello origina un movimiento que afecta a las ciencias, las artes, la medicina... “buscando disipar las tinieblas de la humanidad a través de la luz de la Razón” haciendo que sea llamado el “Siglo de las Luces”.
En plena confrontación con lo anterior ,que originó la Revolución Francesa , se desarrolla un movimiento literario , que se prolongaría en el Romanticismo,el cual busca un retorno a lo inexplicable, lo mágico y que entronca con la época de la oscuridad; los castillos medievales pasan a ser el centro en que se desarrollan las tramas dónde las mazmorras, criptas, lúgubres sótanos y un halo de insania rodean a los personajes que se ven atacados por espectros, engendros del mal,fenómenos sobrenaturales, maldiciones...etc. dando todo ello lugar al nacimiento de la Novela Gótica.
Esta se sustenta en la penitencia que el ser humano debe purgar como consecuencia del desafío a su Hacedor en su búsqueda del conocimiento.
Son novelas como El Castillo de Otranto, El Monje, Frankestein, Melmoth el Errabundo e incluso Carmilla, como precursora femenina de Drácula las que hacen a los románticos traspasar esa fina línea entre la novela gótica y la de terror.
Son Poe, Hawthorne, Henry James , Bierce, quienes desde el otro lado del Atlántico recogen el testigo transformador de una sociedad que necesita creer que “hay un algo latente que escapa a la comprensión humana”.
En el siglo XX tras la primera conflagración mundial se abren paso de nuevo los terrores...pero ahora son originados por seres primigenios, extraños, que comparten lugar en la tierra desde la creación...y que hacen penar al hombre su curiosidad, su ingenuidad y su desorientación y es el grupo de Providence cuyo máximo exponente es Howard P, Lovercraft quien nos devuelve a ese terror innombrable, inasible y permanente.
En España actualmente hay autores que cultivan ese género, de entre los que sobresale por su calidad Pilar Pedraza.
En la Editorial Valdemar podeís encontrar esos libros que “nos producen el placer de ponernos el vello de punta”.
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