miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿ACASO NO MATAN A LOS CABALLOS? - Horace McCoy (Reseñas 2)

A Robert de pequeño le afectó, para siempre, la muerte de una yegua que ayudaba a su abuelo a trabajar en el campo. Introdujo una pata en un agujero y se le rompió, su abuelo con gran dolor la sacrificó de un disparo de fusil en la cabeza.

Robert permaneció abrazado a la yegua. La querían todos, él, su abuelo, su abuela, pero…había que matarla.

En plena depresión en las zonas próximas a Hollywood se organizan actividades para distraer y ayudar a sacar algún dinero, no nos engañemos, para comer.

Tal es el caso de un “Campeonato de Resistencia de Baile” en Sta. Mónica, allí se desplazan gentes de todas las procedencias para encontrar, techo, comida…si tienen suerte ganar 1000 $. Viene gente de Oklahoma, Texas, de Estados golpeados por la crisis, en busca de un aliciente, pero también para llamar la atención de la gente del cine y obtener un puesto, el que sea, para después seguir escalando en la Meca.

El protagonista, cuyo nombre pasa casi inadvertido busca un lugar a partir del cual ascender dentro de los estudios y llegar a ser un gran director “como King, Vidor, Borzage...”, la protagonista, Gloria, busca justo lo opuesto a su nombre, se siente un resto de la sociedad y su deseo es “morir”.

MacCoy nos emplaza a conocer las razones por las que el juez del condado, cuyas frases constituyen los títulos de cada capítulo de la novela, envía al protagonista a morir por asesinato en primer grado.

La novela es dura, feroz, corrosiva y nihilista, es una crítica sobre la explotación del hombre por el sistema capitalista que arrastra al individuo hasta que lo expulsa del propio sistema. En este caso lo arrastra de manera definitiva como símbolo de un existencialismo avanzado en los años 30.

En una época en que las televisiones, tanto públicas como privadas, organizan concursos-campeonatos de baile-cante y otras series de “sexplotatión”no nos quedan tan lejos, aunque algo más edulcoradas, aquellos concursos de la Gran Depresión

No hay comentarios:

Publicar un comentario