Nacido en Racalmunto, Sicilia en 1921 y fallecido en Milán
en 1989, Leonardo Sciascia ha sido el autor que mejor ha reflejado, a través de
su obra, la Sicilia de sus pueblos, sus gentes, sus relaciones y silencios.
Alabado por Vázquez Montalbán, de quien aseguraba era uno de
sus autores de cabecera y considerado por Andrea Camillero su mentor, Sciascia, por medio de sus novelas, ha sabido ahondar en la herida de una manera implícita;
ha mostrado el contubernio de la democracia cristiana con “las familias” y la
socialdemocracia en la posguerra sin esconder los distintos pactos y acuerdos
entre los fascistas y democratacristianos antes y durante la II Guerra Mundial
en Italia.
El retorno al poder en ayuntamientos y regiones de los “hombres
de honor” de la mano de Luciano y las fuerzas de ocupación devolvió Sicilia a
los silencios, sobreentendidos y relaciones de familia
.
En esta historia, el farmacéutico del pueblo, Manno, recibe
un anónimo en letras recortadas de un diario: “ESTA CARTA ES UNA SENTENCIA DE
MUERTE, MORIRÁS POR LO QUE HAS HECHO”.
El destinatario toma el escrito a broma, no obstante lo
comenta en la tertulia y prácticamente todo el pueblo llega a conocimiento del
contenido, desde el cartero al sargento de carabineros.
El cumplimiento de la amenaza se produce en una jornada de
caza, en pleno agosto y junto a Manno se encuentra, desgraciadamente, el doctor
Roscio, el médico del pueblo, compañero habitual de caza y en este caso víctima
colateral.
Las suposiciones, comentarios y chismorreos se desatan de
tal modo que hasta la honra de alguna mujer del pueblo sale salpicada injustamente;
sin embargo aunque las investigaciones se dirigen en distintas direcciones acaban en vía
muerta.
Sólo un contertulio del casino, el profesor Lausana se
interesa por investigar la cuestión como una manera de distraer el tiempo y
ocupa el papel de aburrido protagonista.
Una novela llena de grises que contrastan poco con el negro
de los lutos y de las conciencias de una sociedad que duerme.
Magistralmente escrita, con un ritmo pausado y unos
personajes inimitables en la ficción, Sciascia nos deja otra muestra de su
buena literatura que no precisa mucho más de un centenar de páginas para fascinarnos
con su historia.
Como toda su obra, a tener en cuenta y recomendable su
lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario