Con “El Psicoanalista”, Katzembach ha creado una novela de las que no abundan en los escaparates.
Ha conseguido una historia en que el lector, al leer la primera línea se siente impelido a continuar hasta agotarse o agotarla.
Cuando Ricky Starks, un profesional del psicoanálisis, recibe una felicitación por su cincuenta y tres aniversario, que a la vez es una condena a muerte a quince días vista, todo su ordenado y estratificado mundo de palabras, consejos y orientaciones se viene abajo ante lo que supone la puesta en marcha de un proceso en dónde la acción se pone al servicio de su muerte y la de sus próximos si en el plazo de dos semanas no se suicida.
Una novela dura, inmisericorde, en donde el hombre se ve zarandeado en sus convicciones, comportamiento y vida, e inerme ante la inexorable amenaza de “R” a quien no conoce e ignora todas las razones de su odio.
Un descenso a los infiernos en que la paranoia y la situación de vulnerabilidad se adueñan de protagonista y lector, identificado ya con Starks, descubriendo que todo lo que, a los cincuenta y tres años, tiene por “seguro” y “anclaje” a la vida se hunde irremisiblemente.
Una excelente novela, unos personajes diseñados con bisturí, con unas vidas inquietantes y una obra de una profundidad psicológica poco común en la novelística del género.
Novela que recomiendo a quienes seáis aficionados a las emociones fuertes.
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