Sevilla , en estas Fiestas ha gozado de un clima casi primaveral, permitiéndonos, a los que hemos permanecido en ella, disfrutar de los espectáculos con que la cultura popular, el ambiente, el folclore y sus gentes nos han agasajado.
Entre las actividades culturales quiero dedicar una atención especial a la exposición de fotografía del malogrado fotógrafo sevillano Atín Aya (1955-2007) que con el título “Paisanos” Cajasol nos ofrece en su Sala Villasís.
Ni soy entendido en fotografía ni mucho menos crítico de arte, cuestión para la que en absoluto estoy capacitado, pero la referida muestra merece una opinión que presto estoy a dar.
En “Paisanos” el fotógrafo sevillano nos muestra en esos claros oscuros de sus blancos y negros brillantes la Andalucía ignorada y digna.
Desde Almería a Huelva y desde Cazorla a Barbate, Aya nos acerca a esos hombres y mujeres- y no es una expresión de corrección política- que nuestra sociedad ignora. Los personajes , en pleno siglo XXI semejan imágenes de dos siglos atrás. Si en 1933 Buñuel se fue a Las Hurdes para rodar “Tierra sin pan” Atín Aya se ha paseado, en el primer lustro de este siglo, por toda Andalucía para mostrarnos que esos seres están ahí: en sus casas, en sus tabernas, en sus chozos, en sus majadas, en sus playas.
Si dicen que los indios norteamericanos se negaban a dejarse fotografiar por temor a que les robasen el alma, Aya toma prestadas las almas a sus personajes para arrojárnoslas a la cara y decirnos que Andalucía también es esto: a pocos minutos de los focos del turismo, muy cerca de los centros de moda y muy próximos a los campos de golf y centros de diversión.
Si Faulkner retrató, en sus novelas, la América profunda el fotógrafo sevillano nos muestra, a través de su cámara, la Andalucía profunda.
Las miradas desamparadas y sin esperanzas, pero limpias y hieráticas en su dignidad, se ven completadas por esos caminos que no van a ninguna parte, esas indumentarias “de fiesta” o esas casas-choza llenas de objetos, para nosotros inservibles, que constituyen parte de sus referentes.
La exposición se inauguró el dos de diciembre y está sólo abierta hasta el treinta de enero. Posiblemente algunos podáis disfrutar, todavía, de ella.
Me parece un acierto, desde Almoronía, dar a conocer eventos de interés.
ResponderEliminarCuriosamente, estuve en Sevilla poco más de un día y por casualidad visité la exposición que mencionas.
A simple vista, son fotografías como el título indica de “paisanos” de la realidad andaluza, en blanco y negro.
El “shock” viene, cuando ves la fecha en que han sido tomadas.
En mi opinión, realizadas desde el más profundo respeto por parte del autor, denuncian o ponen de manifiesto la otra realidad de Andalucía, aunque ignorada (parece que todos vivieran en un idílico estado de bienestar), también existe.
La genialidad radica, en que cada cara, no sólo refleja una experiencia de vida (dura en la mayoría de los casos) sino también que capta los sentimientos de los protagonistas en cada imagen.
Yo también la recomiendo. “Una imagen vale más que mil palabras”.
Saludos. Pilar Bote.