viernes, 19 de noviembre de 2010

VIGILIA (Relatos - 3 )

Lejos el viento batía la puerta de la cocina .¿La dejó mal cerrada al acostarse?
Será cuestión de levantarse y cerrarla bien, pensó; e intentó salir de la cama.
Pero notaba que algo le estorbaba en las piernas impidiéndole moverlas. Otra vez se me han enrollado las sábanas; a ver, con tranquilidad , poco a poco:  primero una...una...¡pero!... ¿qué pasa aquí?, ¡no puedo separarlas!
La puerta seguía golpeando en un ruido acompasado.
Intentó dar la luz pero su mano sólo encontraba el vacío en derredor ¿y el interruptor?
Se sentía rodeado por una oscuridad espesa, palpable, sólida... y un silencio sepulcral, sólo roto por el sonido de la maldita puerta.
Sin saber cómo empezó a exudar y sus miembros empezaron a expeler un fluido continuo por todos los poros; sus axilas eran dos ríos de sudor, y empezó a sentirse pegajoso ; ahora las sábanas le daban un calor insoportable que le bloqueaba la respiración.
En un instante, de entre el conjunto de sensaciones ,percibió que la puerta no se oía ya. El silencio se había enseñoreado en su mundo y la sensación de calor se tornó en frío. Un frío cerval que empezó a subir por su columna vertebral y que tal como ascendía se transformaba en una sensación que desde su infancia no había vuelto a experimentar: ¡EL MIEDO!
Se sintió vulnerable,indefenso ante aquellas oleadas de miedo , una sensación viscosa que lo invadía y entonces el silencio empezó a sentirse alterado por un roce, insignificante pero que sus sentidos alerta detectaron. El roce se fue haciendo más intenso, como si algo reptara y se fuese aproximando... El décimo escalón gimió.
¡No había duda,alguien o algo subía la escalera y... él estaba inmóvil sintiéndolo aproximarse!
El miedo se transformaba en una inmensa bola de terror que, asentada en su estómago, ascendía sigilosa y agresivamente hacia su garganta ; comenzó a sentir náuseas...
Súbitamente notó un movimiento de aire en la alcoba, la sensación de una presencia ajena hízose con su mente y un sonido sibilante que se acercaba se dejó oír.. su mente torturada lo liberó sumergiéndolo en la inconsciencia.

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